Un docente excelente, nos propone, es aquel que va más allá de transmitir contenido y consigue desarrollar en sus alumnos la creatividad, el pensamiento crítico, la capacidad para colaborar con otros y las fortaleza de carácter de la que depende la convivencia productiva y civilizada.
Los maestros son uno de los pilares de tu formación como persona y como profesional. Por eso es importante que antes de elegir una preparatoria des un vistazo a la calidad de los profesores que están al frente de los grupos, así como de los directivos y, en el caso de haberlos, tutores. Con el fin de ayudarte en esta tarea tan importante, en este artículo te presentamos cinco características que distinguen a un buen maestro.
Los maestros de hoy necesitan preparar alumnos para empleos que aún no han sido creados, para usar tecnologías que no se han inventado todavía y para resolver problemas sociales que no se han presentado en el pasado.
La excelencia en el sistema educativo es la razón de ser del aprendizaje. Conduce al dinamismo de la enseñanza, la presteza por la responsabilidad, la fascinación por el pensamiento crítico y la solución de problemas.
Características de un buen docente:
1. Coloca a sus alumnos en el centro del proceso formativo
Los profesores de excelencia saben que ellos no son los protagonistas del proceso formativo, sino que ese lugar pertenece a sus alumnos. Gracias a esto, pueden planear clases y actividades que logren un aprendizaje significativo que antepone las necesidades de los estudiantes.
La figura del maestro inflexible que se dedicaba a hablar sin parar y que no tomaba en cuenta propuestas de los alumnos ha quedado atrás. Ahora es esencial para lograr la excelencia académica que los profesores motiven a sus alumnos a participar activamente en cada clase.
2. Conoce a sus alumnos
Un buen profesor se preocupa por conocer lo más básico de sus alumnos: nombre, gustos, virtudes, inquietudes, proyectos, etcétera. Toda esta información le sirve para diseñar clases, actividades y tareas que despierten el interés de cada uno de los estudiantes.
Otro de los beneficios de esto es que la relación entre alumnos y profesores se afianza, lo que permite que las clases sean espacios donde los estudiantes se sientan cómodos compartiendo sus ideas.
3. Reta las habilidades de sus estudiantes
Otra de las ventajas de que los profesores conozcan a sus alumnos es qué saben cuáles son sus capacidades. Con esto, pueden retarlos para llevarlas al máximo y, sobre todo, expandir sus límites para lograr el crecimiento y la excelencia académica.
Aquí es importante subrayar que estos retos deben estar apegados a métodos de enseñanza basados en experiencia pedagógica para evitar que el alumno se estrese o tenga sobrecarga de trabajos.
4. Inspira a los alumnos a conocer más de su materia
Sin duda, los mejores profesores son los que sacan lo mejor de uno. Cuando hablamos de la preparatoria, los profesores no solo transmiten conocimientos, también preparan a los estudiantes para la universidad reforzando valores como autonomía y pro-actividad, además de brindar herramientas y metodologías de investigación.
Por eso, un buen profesor despierta el interés de los alumnos en una materia para que ellos mismos busquen información por su cuenta.
5. Aprende de sus estudiantes
Terminemos con uno de los puntos más importantes: la retroalimentación. Los profesores también aprenden de sus estudiantes, deben estar abiertos a sus recomendaciones o críticas constructivas con el fin de mejorar sus clases año con año. No olvidemos que la excelencia académica es un trabajo en equipo en el que es necesaria la preparación constante de profesores y alumnos.
Redactado por: Valeria Jazmín Cárdenas Martinez.
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